Columna
Asuntos Públicos
Autor: Dr. Raymundo Guzmán Corroviñas
Familias divididas en México
El crecimiento de divorcios y la disminución de los matrimonios en México, es un tema que merece nuestra atención y reflexión. En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento significativo en el número de parejas que deciden poner fin a su matrimonio, lo que ha sido acompañado por una disminución en la tasa de matrimonios en el país que genera una crisis en la célula de la sociedad mexicana, la familia.
Existen diferentes factores que contribuyen a esta problemática, en primer lugar, la falta de comunicación efectiva y la incapacidad para resolver conflictos de manera constructiva dentro de la pareja son elementos clave en muchos divorcios. Por otro lado, la falta de habilidades de comunicación y de compromiso pueden llevar a una brecha emocional y a la eventual separación.
El cambio en los roles de género y la creciente violencia económica de parte de los hombre en contra de las mujeres ha tenido un impacto significativo en el número de divorcios.
Otro factor importante es la falta de apoyo y asesoramiento adecuado para las parejas que están pasando por dificultades matrimoniales. Muchas veces, las parejas no buscan ayuda profesional hasta que es demasiado tarde.
Es fundamental abordar esta problemática desde diferentes perspectivas. El fortalecimiento de la educación en habilidades de comunicación y resolución de conflictos en las escuelas y comunidades podría brindar a las parejas herramientas para enfrentar y superar los desafíos matrimoniales.
Es fundamental cambiar la percepción social sobre el divorcio y fomentar una cultura de respeto mutuo y compromiso en las parejas. Promover el diálogo abierto sobre las dificultades matrimoniales y brindar apoyo emocional y profesional a las parejas en crisis puede marcar la diferencia en la disminución de los divorcios.
En el derecho familiar mexicano, el divorcio es un procedimiento legal que pone fin al vínculo matrimonial entre dos personas. El divorcio puede ser solicitado por cualquiera de los cónyuges, de manera unilateral o de mutuo acuerdo.
En México, existen diferentes modalidades de divorcio contempladas en la legislación, entre las cuales se encuentran el divorcio voluntario, el divorcio incausado o sin expresión de causa, entre otras modalidades.
El divorcio voluntario se da cuando ambos cónyuges están de acuerdo en poner fin al matrimonio y presentan una solicitud conjunta ante un juez. Este tipo de divorcio es el más rápido y menos conflictivo, siempre y cuando se cumplan con los requisitos establecidos por la ley.
El divorcio incausado o sin expresión de causa, también conocido como divorcio sin culpa, permite a los cónyuges poner fin al matrimonio sin tener que demostrar una causa específica.
El divorcio por separación de hecho se da cuando los cónyuges han vivido separados de manera continua por un periodo determinado de tiempo, establecido por la legislación de cada estado. En este caso, no es necesario el consentimiento de ambos cónyuges, pero sí se deben cumplir con los requisitos legales establecidos.
El divorcio por culpa se da cuando uno de los cónyuges ha incurrido en conductas que han provocado el deterioro irreparable de la relación matrimonial, como adulterio, violencia doméstica o abandono. En estos casos, el cónyuge afectado puede solicitar el divorcio y presentar pruebas de la conducta culposa ante un juez.
Finalmente, el divorcio necesario se da en casos en los que uno de los cónyuges se encuentra en una situación de peligro o vulnerabilidad, como maltrato físico o psicológico. En estos casos, la parte afectada puede solicitar el divorcio y presentar pruebas de su situación ante un juez.
El crecimiento en el número divorcios y la disminución en el número de matrimonios en México es claro. En el 2022 hubo 166,766 divorcios: un aumento de 11.4 % en relación con el 2021. También en 2022, 33.5 % de los matrimonios se disolvió legalmente después de 20 años de matrimonio, 46.1 % duró entre seis y 20 años, 18.7 % tuvo una duración legal entre uno y cinco años y, en 1.5 % de los casos, la duración fue menor a un año.
En el 2012, se registraron 585 434 matrimonios, en cambio en el 2022 hubo 507 052 matrimonios en nuestro país, es decir, un 13% menos.
Cabe resaltar que los divorcios de matrimonios longevos, se ha incrementado, poniendo en riesgo a las familias mexicanas.
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